El pasado mes de diciembre, aprovechando que aún no había llegado el frío excesivo ni la época de lluvias decidimos hacer los trabajos de mantenimiento de la obra viva.
El motivo más importante es que en este puerto no tenemos que pagar amarre ni varadero.
Por esta misma razón nos decidimos a rascar todas las capas de pintura y cambiar a matriz dura, ya que antes llevábamos autopulimentable la cual no nos permitía limpiar dentro del agua, y con esta nueva pintura podremos estirar la próxima varada pues iremos limpiando en el agua.
El procedimiento de la varada no es tan fácil y cómodo como en nuestras marinas, ya que en este puerto, como ya hemos indicado, carecemos de todo tipo de servicios, incluido la falta de travel lift.
Tuvimos que buscar por un lado la grúa que sacara Ahijuna del agua. Esto no fue difícil pues conocemos al propietario de la única grúa de toda la isla de Kefalonia, Dionisis Vandoros, ya que tiene su yate de 20 metros varado en esta marina y le habíamos hecho algún trabajillo en el.
Normalmente Dionisis suministra las cunas, pero en ese momento las tenía todas ocupadas.
Nosotros al final conseguimos una hecha a base de una estructura de andamios, la cual tienes que montar con el barco suspendido para adecuarla a su forma.
Los que conocen a Mónica ya se pueden imaginar el sufrimiento que pasó tanto con la grúa como con la cuna durante casi el mes que estuvimos fuera.
Nuestra idea inicial era rascar todas las capas con una pequeña máquina y un generador que nos habían prestado...pero no pudo ser así, por que al usar la máquina nos comíamos rápido el tratamiento anti-ósmosis, el cual había sido hecho en el 2003.
Así que con una rasqueta especial y lija en mano empezamos esta dura tarea. Los primeros días nos parecía imposible lijar todo el barco a mano, a nosotros y a todo el mundo que se acercaba.
Las capas de autopulimentable salían mas o menos fácil con la lija, pero nuestra desagradable sorpresa fue que entre estas y el tratamiento anti-ósmosis había una capa mas dura que la madre que la parió, la cual conseguía desmoralizarnos por completo.
Poco a poco con muchas lijas y mucha paciencia conseguimos tras unos 15 días que Ahijuna estuviera libre de pintura.
Antes de seguir agradecer a nuestro amigo Giulio su ayuda y consejos, pues siempre venía a ayudarnos en alguna cosa, nos traía materiales y todos los días nos decía que cuando acabáramos sentiremos una gran satisfacción.
Antes de empezar a pintar debíamos sanear la quilla. Mr Giulio con orbital en mano la lijo entera. La idea inicial era alisarla con masilla de epoxy, pero debido al clima las esperas de secado se alargaban mucho y como no es un barco de regatas no la alisamos, simplemente la pintamos con una pintura que nos facilito Giulio a base de brea y epoxy para evitar el oxido.
Con ayuda de Giulio también arreglamos unas burbujas de ósmosis encima de la pala del timón.
Hasta aquí el duro trabajo ya que solo quedaba pintar que después de lijar era pan comido.
Tras una generosa mano de "primer" para facilitar el agarre de la pintura, dimos tres capas de pintura y una ultima con matriz extra-dura en la linea de flotación.
Después de 27 días volvemos al agua, recuperando nuestra ducha, nuestro baño, en fin todas las comodidades que en esta marina en varadero no se tienen.
Nunca olvidaremos estas navidades sin nuestras familias y viviendo en las alturas.
Subimos el 8 de Diciembre de 2015 y regresamos al agua el 4 de Enero de 2016.