Antipaxos - Kiriaki

Domingo 12 de Julio, a media mañana aprovechando el viento pusimos rumbo hacia la península, sin destino claro, ya que nos dejábamos llevar. Después de 3 horas navegando con vientos del través y a escasas 2 millas de la costa, Eolo dejo de soplar. A los 10 minutos de encender el motor, Moni al chequear los manómetros observó que el indicador de temperatura pasaba de los 110 °.
Alarma general! !!!!!!
Tris dijo: Apago el motor, huele a avería!!!!!
TERCER susto, mejor dicho GRAN SUSTO.
Inmediatamente Tristán bajo a revisar el motor y encontró una fisura en la tapa del filtro de agua de mar, con lo que dedujo que no hacia vacío y no chupaba agua para refrigerar. Problema que solventamos tapando dicha fisura con un poco de milagrosa "sika". También observó que había escupido todo el anticongelante del circuito de agua cerrado. Llamamos a nuestro Gran Mecánico particular, Jorge Torre, "El "Cuñao", para explicarle lo sucedido y que nos diera su opinión, gracias Jorge, ya van dos.
Tras reparar la tapa del filtro y rellenar el deposito de anticongelante, encendimos el motor con la incertidumbre de si podía ser alguna otra cosa.
Recalamos en la cala mas cercana que nos daba refugio  y esperamos con el motor encendido para comprobar que no volvía a subir la temperatura.
Apagamos el motor observando que la temperatura no alcanzaba lo 90°....bufffff
La calita en la cual fondeamos precipitadamente, por temor a fallo de motor, resulto ser un fondeadero de lo mas agradable, ubicado en el Norte de la Bahía de Kiriaki. Cala pequeña con espacio para uno o dos veleros máximo, y una playita de rocas,       ( como la gran mayoría que hemos visto por aquí), por la cual iban y venían diversos kayak. Vista la afluencia de los mismos, fuimos a inspeccionar la gran Bahía de Kiriaki haber si alguno de los negocios de alquiler nos vendían un remo viejo y barato. No hubo suerte, pero nos indicaron una tienda en Parga donde quizás podríamos encontrarlo. Estábamos tan a gusto en la calita que pasamos otro día más, eso, y el miedo de volver a encender el motor.

 Fondeados 

La calita

               

Celebrando que solo ha sido un susto