Después de tener 1 hora el motor encendido y comprobar que la temperatura era la correcta, levantamos el fondeo y navegamos escasas millas hasta la Bahía de Parga. Una vez fondeados, desembarcamos en su amplia y turística Bahía. Callejeamos el pueblo en busca de la tienda de remos. Después de una calurosa caminata entramos en una tienda de ropa de "surfers" y preguntamos donde podíamos conseguir un viejo remo. Dio la casualidad de que su hermano trabajaba como monitor de deportes acuáticos al final de la Bahía donde estábamos fondeados y con suerte nos vendería alguno viejo a buen precio. De vuelta al barco y sofocados por el calor, hicimos una parada técnica para tomar una cerveza y un frappe bien fresquitos en la Taverna Stefanos, ubicada en lo alto de la pared de la Bahía, desde la cual divisabamos Ahijuna. Estuvimos charlando con Becky, hija de los propietarios de Stefanos. Por la noche decidimos darnos un pequeño homenaje, por los nervios pasados, he ir a cenar a su restaurante.
Conocimos a toda la familia, familia de pescadores que en los meses de verano regenta la Taverna. El nombre de Stefanos viene del dueño y actualmente sigue dedicándose a la pesca y el pescado allí servido es fruto de su trabajo.
Al día siguiente fuimos en busca del remo. Tras una hora de espera en el sitio que nos habían dicho, apareció Akis, poseedor de remos. Después de una larga charla y regateo, Tris volvió a la mesa con remo en mano.
De camino a Parga
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| Fondeados |
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| Otra vista del fondeo
De paseo por Parga
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| Terraza de Taverna Stefanos
Monasterio en el monte de Parga
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"Flotilla" fondeada con ancla a tierra y a roca
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