vida en chanclas: Katakolom - Kyllini

Miércoles 23 de Septiembre, Antes de zarpar aprovechamos para ir a por víveres y camping gas, ya que a la hora de preparar la cena...sorpresa!!!, hoy toca cena fría, se acabo el gas.

Una vez mas comprobamos la amabilidad del pueblo griego, ya que la dependienta de uno de los supermercados nos ofreció llevarnos en coche a un supermercado mas grande a las afueras, y cuando su madre no miraba nos hizo descuento en la compra. Aquí sin conocerte de nada te tratan como que te conocieran de toda la vida.

Aprovechando los vientos del Sur pusimos rumbo hacia el Norte, dirección Messolonghi, puerto que teníamos echado el ojo por su ubicación y precio para pasar el invierno.

Tras unas 26 millas navegadas hicimos una parada técnica en Kyllini para pernoctar y que Rumbo saliera a la calle, pues el pobre no entiende que puede hacer pipi en la cubierta del barco, (en las travesías largas ha llegado a estar mas de 40 horas sin hacer sus necesidades).

Killini tiene un puerto al cual llegan barcos de carga y ferries.

Nosotros fondeamos en su bahía.

Es un pequeño pueblo.

Al día siguiente levantamos el fondeo y pusimos rumbo hacia Messolonghi, ya que los partes meteorológicos indicaban nuevamente fuertes vientos y lluvias para los próximos días y nosotros queríamos estar a resguardo.

Teníamos por delante alrededor de unas 30 millas.

Durante la travesía tuvimos que efectuar varios bordos para no invadir la zona donde grandes pesqueros estaban faenando. Impresionante cuando suben sus redes llenas y los pesqueros se escoran tanto que desde el lado opuesto con otra barca tienen que tirar para estabilizarlos. Sentimos no tener fotos debido al fuerte oleaje y a nuestras continuas maniobras para esquivarlos.

La marina de Messolonghi se encuentra ubicada en la entrada del Golfo de Patras, en su lado Norte.

Para acceder hay que pasar por un canal balizado de unas 3 millas aproximadamente por su escaso calado, ya que esta rodeado a ambos lados de salinas, la marina se encuentra dentro de una laguna.

A medida que vas pasando por el canal se divisan pequeñas casas flotantes de pescadores llamadas Pelades, las cuales daban la impresión de estar en algún lugar de Asia.

A nuestro paso por el canal los pescadores nos iban saludando, en especial dos señoras muy simpáticas que tiraban besos a Tristán que iba en la proa haciendo fotos.

Fondeamos en la entrada de la marina, donde el derrotero indicaba no molestábamos en la maniobra de los grandes cargueros. También decía que no se podía fondear mas de una noche y que era posible que la Port Police viniera y te hiciera levantar el ancla.

Nosotros estuvimos tres noches y nadie nos dijo nada, parece que tuvimos suerte, pues con todos los otros veleros que hablamos nos dijeron que a ellos les habían hecho mover en otras ocasiones.

No tenemos muy claro si fue suerte, que era finales de septiembre y ya no estábamos en temporada alta o que con las fuertes lluvias no se querían mojar.

Durante los tres días estuvimos sopesando si nos convencía el lugar.

Messolonghi es uno de los pueblos - ciudades mas grande de los que hemos visto hasta el momento.

Desde la marina hasta el centro teníamos unos 20 minutos caminado. Una vez que llegabas el bullicio de coches era insoportable.

Preferíamos sus callejuelas paralelas llenas de bares repletos de estudiantes.

En general todos estábamos decepcionados, hasta Rumbo que fue mordido por uno de los perros vagabundos de la marina, y ya lo que colmo el vaso fue que cuando fuimos a pedir presupuesto a la oficina de la marina descubrimos que habían aumentado sus tarifas y teníamos que pagar hasta por ducharnos en sus "cutres" instalaciones.

Al cuarto día de estar allí fondeados decidimos hacer una lista de pros y contras, y cuando vimos que los contras ganaban por goleada decidimos regresar a Argostoli, puerto abandonado en la isla de Kefalonia donde habíamos estado a principios del mes.

Allí no tenemos ningún tipo de servicios, pero tampoco pagamos nada.