vida en chanclas: Ioannou

Viernes 7 de Agosto, cumplidas las rutinas matinales pusimos rumbo hacía Preveza, ubicada en el Golfo de Amvrakia, se entra por un canal señalizado por balizas luminosas que delimitan el calado navegable, normalmente hay corrientes de hasta 3 nudos y los vientos predominantes del Noroeste crean unas corrientes confusas.
Eolo nos dejo disfrutar de la travesía hasta el momento de enfilar el canal de entrada a Preveza,
En ese momento confirmamos los partes meteorológicos y la fama de zona ventoleada. Nada mas virar los vientos que soplaban eran de 28 nudos de morro.
Una vez en el canal y todos los barquitos en fila india decidimos fondear en la playa al lado de la Marina Cleopatra, en el lado opuesto a Preveza, que nos daba buena protección de los vientos y un agarradero seguro para el ancla.
Viendo que el navionics no nos daba la profundidad real, preguntamos a un velero cercano. Al paso del velero eran 8 metros, así confirmábamos que no eran los 3 metros que decía el navionics. Tiramos el ancla unos metros por delante de dicho velero, calculando a ojo que estábamos en unos 2,5 metros o 3 , y que a la hora de largar cadena no invadiéramos su fondeo.
El viento no ceso en toda la tarde y se fue incrementado hasta pasadas las 3 de la mañana.
Ya de noche cerrada y al ir a constatar nuestros puntos de referencia, observamos que el velero que teníamos a babor estaba garreando, hicimos sonar la bocina, ya que con mas de 35 nudos de viento no era seguro desembarcar en nuestro chinchorro para salir en su rescate. Tuvo la buena fortuna de enganchar en medio del canal.
Al cabo de un rato apareció una dingui dando vueltas, claramente buscaban algo, les indicamos que su barco ahora estaba un poco mas atrás.
Fue una noche movidita.
Al día siguiente con ya un poco de menos viento cruzamos la bahía para ir a conocer Preveza y caminar por las marinas que albergan tantos barcos varados en tierra, aquí la mayoría de los barcos pasan el invierno en las alturas.
Preveza nos dio mucho viento pero también pudimos ver con claridad una tortuga que no paraba de aparecer a nuestro lado.